Viaje de 8 días en Camboya

Muchos viajeros están en búsqueda perenne de sitios con algo de magia o donde se puedan experimentar colisiones entre el mundo antiguo y la modernidad del siglo XXI. No somos una pareja que crea en lo místico o el poder de las religiones, pero sí respetamos que haya comunidades o países enteros que tengan una devoción especial hacia sus creencias y que basen su vida en ello.

Es una de las muchas cosas que se aprenden viajando, y lo mejor es que se puede encontrar este mix de magia y modernidad en un único país, Camboya. También es verdad que hay que pagar un precio muy alto para llegar a lo moderno, como es el caso de este país, pero es parte de su historia y hay que comprenderlo como parte de su cultura actual.

En este post os vamos a proponer un viaje de 8 días en Camboya, contando nuestra experiencia y añadiendo consejos para más sitios si queréis estar más tiempo. Nosotros decidimos estar 8 días, 4 en la capital y 4 en los templos de Angkor Wat. 

Después de dos semanas en Vietnam (aquí podéis leer nuestra guía sobre este país), atravesamos la frontera hacia Camboya por tierra. Nuestra llegada a Phnom Pehn fue un poco accidentada porque nada más subirnos al tuktuk un señor en moto intentó robarle el móvil a Marta. Finalmente no pasó nada y nuestro conductor se ofendió con esa persona porque no quería que pensásemos que Camboya es así. Todo esto nos entendimos por el lenguaje universal de los signos. Gracias a él, llegamos sin ningún contratiempo más a nuestro hotel y pudimos comenzar a disfrutar del país. 

4 días en Phnom Penh

Museo Nacional y paseo por Sangkat Phsar Chas

Después de pasar la primera noche en el hotel, nos despertamos para el cumpleaños de Marta y decidimos pasar el dia sin prisa en la piscina, yendo después a callejear en lugar de visitar monumentos y lugares emblemáticos. Desayunamos tranquilamente, un bañito, una cerveza y nos fuimos a dar un paseo tranquilo por la ciudad. 

Pedimos un tuktuk por grab y llegamos al  Mercado Central (lo llaman tal cual en inglés Central Market). Es un punto de referencia para el Art Déco del país, cuenta con 1 cúpula desde la cual salen 4 brazos e innumerables pasillos. Se pueden encontrar puestos de joyas, electrónicas, arte, cambio de dinero, ropa, zapatería… Merece la pena una visita, también para huir un poco del calor, que es bastante fuerte en la capital.

Caminando hacia la zona del Museo Nacional, en la zona sur del barrio Sangkat Phsar Chas, se encuentra unas calles que se dedican principalmente a la actividad hotelera, nos pareció una zona estupenda para alojarse en la ciudad por su buen ambiente y la cercanía a los puntos turísticos más interesantes. Hay diferentes tipo de cocinas, desde la típica khmer hasta la india o las más occidentales.

El Museo Nacional es el más grande de la historia cultural del país y el museo líder en temas históricos y arqueológicos del país. En el museo hay una de las mayores colecciones del mundo de arte Khmer (Khmer es cómo se denomina a la cultura camboyana), incluyendo esculturas y cerámica, entre ellas, con más de 14.000 artículos.

Por la noche nos esperaba la cena de cumpelaños de Marta. Teníamos ganas de comida italiana y nos fuimos a La Terrazza, el nombre indica cierta italianidad. Menú sencillo: Burrata como entrante, pizza y ravioli de principales, y pannacotta de postre. Todo acompañado de buen vino italiano y una birra local. Muy rico todo. 

Museo Tuol Sleng Genocide Museum – Museo del Genocidio

Al dia siguiente nos fuimos por la mañana al Orussey Market, donde los puestos de comida se mezclan con los de ropa y zapatería. Es increíble cómo cada mercado es distinto al anterior, sea por su estilo diferente de tiendas, sea por la manera diferente de cada vendedor o por los productos tanto culinarios como de textil. No deja a nadie indiferente. Por la crónica, Carlo se compró un par de zapatillas y, después, nos fuimos a uno de los puestos de comida para coger fuerzas para el siguiente plan de la tarde. Las íbamos a necesitar. 

Por la tarde fuimos a ver el Tuol Sleng Genocide Museum o S21, el museo del Genocidio. Este museo se encuentra en la que fue la prisión más importante durante la dictadura de Pol Pot, entre los años de 1975 a 1979 donde se encontraba una antigua escuela. Se conserva tal y como se encontró en Enero de 1979 cuando el ejército Vietnamita entró en la capital y liberó al pueblo camboyano. En su patio están enterrados los últimos prisioneros que se encontró el ejército y cuyos cuerpo habían abandonado a toda prisa. 

Durante el genocidio se estima que murieron 3 millones de personas. No os queremos contar la historia y tampoco muchos detalles del Museo en este post, creemos que es muy impactante y hay que ir a visitarlo para intentar comprender realmente lo que sucedió entre 1975 y 1979, 4 años de auténtico horror. Este lugar ha sido sin duda la visita más difícil que hemos realizado en nuestros cinco meses de viaje. Aún se nos pone la carne de gallina al recordarlo.

El Museo abrió en 1980, la entrada cuesta 5 dólares por persona, más otros 5 dólares para la audioguía (muy recomendable), y la visita es de aproximadamente tres horas. Os recomendamos ir vestidos cubriendo hombros y piernas, tanto hombres como mujeres. Si no es así, tienen a disposición camisetas de algodón y pantalones de estilo camboyano, pero cuesta 10 dólares. 

Palacio Real de Camboya, Wat Phnom y Night Market

El tercer día nos cambiamos a un hostal, aunque manteniendo la piscina como must en la reserva del alojamiento, con ambiente muy alegre y fiestero, con happy hour en el bar. El sitio es Poolside Villa. En este hostal decidimos alquilar un scooter para los dos días que quedaban en Phnom Penh. 

Nuestro objetivo para el tercer día era visitar el Royal Palace. Mal plan, estaba en obras de reforma y sólo pudimos verlo desde fuera, pero pudimos sacar algunas fotos. Dentro del recinto se encuentran tres zonas principales. En el centro la Sala del Trono, en el norte la Silver Pagoda y en el suroeste el Palacio Khmer. Se terminó de construir en 1886, aunque realmente algunos de los edificios no se completaron hasta mediados del siglo pasado. La entrada cuesta 10 dólares, aunque no hayamos entrado, os aconsejamos que vayáis a visitarlo, tiene muy buena pinta. Es la residencia oficial del Rey de Camboya y del resto de la familia real. 

El Reino de Camboya es el nombre oficial de este país, lo que significa que tienen un rey. Después de varios procesos de desestabilización en el país, de repúblicas y la dictadura de Pol Pot, el Rey de Camboya recuperó su puesto en 1993. Actualmente el Rey es Norodom Shiamoní, es una figura muy respetada, tanto que cuando su padre abdicó y pidió que desapareciera la realeza en el país, se llevó a cabo un referéndum y el pueblo votó a favor de continuar con la monarquía constitucional. Hay que tener cuidado con hacer comentarios ofensivos de la familia real o del país en general delante de camboyanos. 

Nuestra siguiente visita fue para conocer el Wat Phnom of Cambodia, una pagoda que se encuentra construida dentro de una enorme rotonda en el centro de la ciudad. La entrada es simbólica, 1 dólar, y después de subir unas escaleras, se llega a a la zona superior donde se encuentra construida.. En general, lo realmente asombroso en los templos de Asia, son las cantidades de donaciones que los devotos hacen, en este caso a los budas, sean monetarias o sean de comida, también de cigarros, algo que llama mucho la atención.

Esta pagoda nos gustó, no es la mas bonita pero merece la pena en su particularidad ya que en esta pagoda se encuentran las cenizas de un rey de Camboya y es lugar de peregrinación para muchos habitantes del país. Además, es el punto de referencia de celebración del año nuevo. 

Por la noche decidimos ir al Night Market. Realmente es un art market como otros, puestos de comida y ropa, aunque cuando estuvimos nosotros hubo un escenario donde hubo varios amateurs cantando, y hemos de decir que lo hacían fatal los pobres. Puede que hubiese una feria esos días, pero no estamos tan seguros.

El cuarto día, nos fuimos a dar otra vuelta a Central Market para ver souvenirs y productos electrónicos. Buscamos un sitio para comer cerca del Museo Nacional (esta zona nos ha gustado mucho para su variedad de sitios de comida) y volvimos al hostal. A la 1 de la tarde nos esperaba el bus para nuestro siguiente destino, Siem Reap con el mítico Angkor Wat.

Para los que estéis dudando si pasar por Phnom Penh en vuestra visita a Camboya, creemos que merece la pena para conocer la historia más reciente de este país, visitando la prisión y también los Killing Fields que se encuentran un poco fuera de la ciudad. Sin embargo, con dos días y medio son más que suficientes. 

4 días en Siem Reap.

La mayoría de los buses que van de Phnom Penh a Siem Reap, suelen llegar alrededor de las 7-8 de la noche. Tiempo perfecto para hacer check-in en el hostal, en este caso el The Siem Reap Chilled Backpacker, e ir al centro de la ciudad para cenar y empezar a sentir las vibras de lo que hay alrededor de Angkor Wat. Es un pueblo bastante pequeño, pero nuestro hotel estaba a unos 10 min caminando del centro, que agradecimos para poder pasear todos los días. 

Siem Reap es la población más cercana a los famosos templos de Angkor Wat y está totalmente volcada en el turismo. Inicialmente se desarrolló como zona de hoteles y hostales que acogiesen a miles y miles de turistas que llegaban al centro cultural del país, aunque a día de hoy se ha convertido más bien en un sitio de fiesta por la noche, donde todo gira alrededor de Pub Street y de los locales que ofrecen todo tipo de entretenimiento para cuando los viajeros vuelvan de las visitas a los templos. Algo que resulta totalmente desconcertante e inesperado en la cuna milenaria de los templos del antiguo Siam.

Paseo por Siem Reap

La mañana siguiente, decidimos ir de paseo por los templos de la ciudad de Siem Reap, para ambientarnos a lo que iba a venir los dos días después, como Wat Bo Temple o Wat Damnak. También nos colamos en varios monasterios budistas de los alrededores, todos en la rivera del río, e incluso estuvimos presentes en uno de los rezos diarios, rodeados por decenas de monjes y ciudadanos que nos miraban con curiosidad en Preah Enkosai Temple.

En el centro de Siem Reap visitamos además el Night Market y el Old Market, donde encontramos tiendas de todo tipo donde regatear, además de puestos para comer de todo, incluidos insectos como grillos o escorpiones.

Está claro que la visita más importante que hay que hacer en un viaje de 8 días en Camboya es a los templos de Angkor, con la visita a Angkor Wat como momento álgido, y por lo tanto hay que planearla hasta el mínimo detalle. 

Historia de los templos de Angkor

Vamos a situarnos con un poco de historia. Los primeros templos de Angkor se empezaron a construir a finales del siglo IX. Entre los años 889 y 915, el rey Yasovarman I estableció la capital en la ciudad de Yasodharapura​ (en sánscrito: “ciudad sagrada”), y junto a ella, dos siglos más tarde, se edificaría Angkor Wat, coincidiendo con el periodo de mayor esplendor de Angkor (bajo el reinado de Jayavarman VII). 

Angkor Wat fue atacada por parte de los tailandeses en el siglo XV y, en 1431, después de caer derrotada, fue abandonada por la población. Esto provocó el fin del Imperio Khmer, que reinó en la zona durante 6 siglos. 

La zona de Angkor está formada por una treintena de templos, a los cuales es mejor ir en furgoneta, tuk tuk o scooter. El área es muy vasta y en bici puede ser cansado, ya que a los muchos kilómetros del tour (los templos se encuentran en un área de 90 km cuadrados) hay que añadir las altas temperaturas y humedad que se dan durante todo el año en la zona. Aún así, el área completa de Angkor se extendió en la antigüedad hasta los 400 km cuadrados de superficie.

Entre los 27 emperadores del Imperio Khmer que, con capital en lo que actualmente es Angkor Wat, mandaron a construir estos templos, los más importantes son sin lugar a duda Suryavarman II (1112 – 1152) y Jayavarman VII (1181 – 1219). A Suryavarman II se le debe la construcción de Angkor Wat, mientras que a Jayavarman VII se le atribuyen, entre otros, Bayon, Ta Prohm y Angkor Thom. 

Dos días de tour a los templos de Angkor 

Volvemos al tour. Es importante tener un buen guía para las visitas a Angkor Wat y a los templos de la zona, básicamente porque se necesita un experto para que cuente todo lo que hay que saber de los templos alrededor de Siem Reap.

Los guías, aparte del inglés, suelen hablar más idiomas, por lo que es fácil encontrarlos de habla española, italiana o francesa. Nosotros tuvimos suerte y nos unimos a un pequeño grupo de españolas. Pagamos 40 dólares por persona, un precio más o menos estándar. El precio, además de las explicaciones incluía: transporte en furgoneta con aire acondicionado, fruta a media mañana, toallitas heladas para combatir el calor y un guía con muy buen humor y que hizo la experiencia más increíble si cabe. 

La entrada a la zona de los templos de Angkor está permitida solo si se posee el ticket. Hay dos formas para adquirir el ticket: directamente en el Angkor Wat Ticket Office sin cita previa, o a través de la página del gobierno dedicada a los templos, www.angkorenterprise.gov.kh, de todas formas tendréis que presentaros en el ticket office con los DNIs para que comprueben vuestros documentos y puedan imprimir los tickets con vuestra foto. Por lo tanto aconsejamos que vayáis directamente el primer día de vuestro tour al Ticket Office.

Hay varias opciones:

  • 1 día – 37 dólares;
  • 3 días (no consecutivos) – 62 dólares;
  • 7 días (no consecutivos) – 72 dólares.

Aunque es verdad que son muchísimos templos por ver, creemos que es un poco caro (pensemos en precios asiáticos, por favor). Pero hay que tener en cuenta que el turismo de este país se basa casi totalmente en la visita de los templos. Con el dinero de los tickets no da ni para la mitad de la reconstrucción que se está llevando a cabo, por lo que hay que pensar que estamos contribuyendo a mantener la historia. Nosotros optamos por el ticket de 3 días. Te encontrarás a gente en el pueblo o testimonios online que dicen que lo han visitado sin pagar. A nosotros nos parece muy cutre, ya que todos los viajeros se lo pueden permitir, y además te comprueban el ticket en la entrada de todos los templos.

La elección del guía del tour, Vannak, fue totalmente acertada, aquí tenéis su cuenta de Instagram por si queréis contactar con él. Menudo personaje, hablando en español con acento cubano, un máquina que no paraba de darnos información histórica sobre los templos, llevándonos a los sitios según una tabla de marcha perfecta para evitar a los chinos (dijo muchas veces que acaparan todo el espacio en los templos pero él sabe la mejor ruta para evitarlos, muy listo), y sacándonos fotos como un auténtico profesional. 

Como toque adicional, el conductor de la furgoneta era su padre, quien también se encargaba de comprar fruta fresca como mango y piña para los momentos de pausa entre templo y templo. El señor no hablaba tampoco inglés, pero Vannak nos ayudó a mantener conversaciones con él para que pudiéramos conocerlo mejor.

Primer día en los templos de Angkor: Kravan, East Mebon y Neak Pean

El primer día de tour se dedica a una serie de templos que puede que sean menos famosos que el de Angkor, pero no por ello menos importantes. Con Vannak al mando y su padre de conductor, nuestro grupo de 8 integrantes (Carlo el único chico, bendito entre las mujeres) se dirigió al primer templo, el de Kravan. Siglo X, construido durante los reinados de Harshavarman I y Ishanavarman II, está constituido de 5 torres de ladrillo rojo. Como comienzo, no estuvo nada mal.

Después visitamos seis templos más: Pre Rup, East Mebon, Ta Som, Preah Kahn, Neak Pean y Banteay Srei. Nos quedamos con East Mebon y Neak Pean como favoritos del primer dia de tour.  

East Mebon es un templo construidos a mediados del siglo X. Consta de ocho torres-monasterios hechas en ladrillo rojo, además de cinco edificios, clasificados como bibliotecas. Esculturas de leones y elefantes se encargan de proteger el templo. Con la ayuda inestimable de Vannak, conseguimos unas fotos espectaculares.

Neak Pean es bastante peculiar, ya que está situado en el medio de un lago artificial. Originalmente este templo se concibió con fines medicinales (los antiguos creían que entrar en sus estanques curaría las enfermedades de sus bañistas). Los estanques de agua son cuatro, y representan Tierra, Aire, Agua y Fuego. Creemos que su visita merece la pena para entender más la cultura. 

Regresamos al caer de la noche a nuestro hostal, justo el tiempo de una ducha, un paseo rápido al centro de Siem Reap para cenar, y nos fuimos a la cama muy pronto, había que levantarse muy temprano para el segundo día, el día de Angkor Wat.

Segundo día en los templos de Angkor – amanecer en Angkor Wat, Ta Prohm y Bayon

Alarma a las 4 de la mañana, Vannak y la patrulla nos pasaron a buscar a las 4:30. Objetivo: llegar primeros al control de ticket de Angkor Wat y, consecuentemente, ponernos primeros en la orilla del laguito en frente de su símbolo y poder tener la vista perfecta (y sacar las fotos perfecta) de su mágico amanecer.

Amanecer en Angkor Wat

Vannak se las sabe todas, y efectivamente estuvimos muy adelante en el control de ticket, y corriendo llegamos primeros al mejor sitio para sacar fotos en la orilla del lago. Solo había que esperar 1 hora mas para que la magia se hiciera realidad. Pues sí, realmente nos quedamos todos sin habla, el templo es enorme y la luz del sol que poco a poco va aclarando el cielo deja unas postales simplemente impresionantes. Solo hace falta levantarse muy pronto para conseguir la foto perfecta, porque ya sabemos que lo que se ve no es la realidad. Cientos de personas estaban detrás de nosotros, con sus brazos en alto para capturar el momento, lo que le restó un poco de magia al asunto. 

El día no terminaba tan pronto, quedaba mucho por visitar, por lo que desayuno rápido y de vuelta a la furgoneta, el plan seguía en marcha. Os preguntaréis por qué no visitamos el templo de Angkor Wat enseguida, después del amanecer. De nuevo la razón fue que los turistas chinos se quedan después del amanecer, por lo que el mejor momento para verlo es a partir de las 12 de la mañana. 

Por ello, nuestro grupo fue a visitar los templos de Ta Prohm, Thommanon, Baphuon y Bayon, donde había poca gente.

Ta Prohm – templos de Angkor

Ta Prohm es muy famoso porque entre sus edificios se grabaron algunas de las escenas de la película Tomb Raider, protagonizada por Angelina Jolie. En aquella época Camboya no era tan famosa a nivel turístico como lo es ahora, y gracias a la labor de la Unesco en declarar la zona Patrimonio de la Humanidad (1992) – y puede que un poco gracias a la película – las visitas han crecido a nivel exponencial, llegando a los 2 millones de visitantes en 2019. Para un país que a su alrededor tiene a Vietnam y Tailandia, dos destinos muchos más consolidados a nivel turístico, no está nada mal.

El templo de Ta Prohm se caracteriza por tener árboles gigantes entres sus piedras, lo que le da un aire de abandono y de película muy interesante. Actualmente se están llevando a cabo trabajos de reconstrucción, conservando la vegetación propia del templo pero actualizando los grabados y limpiando la piedra. 

Baphuon – templos de Angkor

Baphuon se construyó durante el siglo XI. Se clasifica como “templo montaña”. Para llegar a la cima hay que subir unas escaleras muy empinadas, para llegar a una terraza que ofrece una de las mejores vistas del sitio arqueológico de Angkor. Aparte de ser considerado uno de los más bonitos de toda la zona, tiene una historia de restauración bastante peculiar.

A comienzo de los años 60 del siglo pasado, el templo estaba al borde del colapso. Se empezó a desmontar y a catalogar las más de 300000 piedras que quedaban en aquel momento (muchas se habían caído durante los siglos anteriores y se utilizaron para, en el siglo XV, construir el buda reclinado de 70 metros que lo “vigila”, pasando así de ser un templo hindú a budista), para así reforzar la base arenosa antes de volver a posicionarlas exactamente en el mismo punto.

Cuando en 1970 estalló la guerra civil, el proyecto se tuvo que paralizar, hasta que se retomara en 1996, se necesitaron otros 16 años para dar por terminada la reconstrucción.  Realmente ha merecido la pena que se reformara este templo, sin que se perdiera su esencia. Como nota técnica, las piedras que veréis de color más claro, serán las restauradas. A nivel de diseño, se pueden admirar tallas que representan animales salvajes, cazadores y flores de loto. Lo que sí se ha perdido es la estructura de bronce que estaba encima del templo original.

Bayon – Templos de Angkor

Nos fuimos a Bayon, también conocido como el templo de las caras. Este templo corresponde al centro de la antigua ciudad de Angkor Thom y aún no está muy claro para qué se usó, por lo que tiene un aire de misterio alrededor de historia. Construido a finales del siglo XII, consta de 54 torres, cada una con 1 cara esculpida en los 4 lados, sumando así más de 200 caras de rostros.

Este es sin duda uno de los templos más populares y visitados de todo el complejo gracias a su increíble arquitectura exterior y un interior ya renovado, conservando el aire de decadencia, con árboles creciendo entre sus piedras y que hacen la búsqueda de las caras de lo más interesante. Con varios niveles, se pueden observar escenas de la vida diaria de Camboya (del siglo XII, claro) en el nivel inferior.

Angkor Wat – la joya de Camboya

Por fin, volvíamos a Angkor Wat, la joya de la ciudad y templo que da nombre a esta mega superficie. Necesitamos más de dos horas y media para poder recorrerlo en su totalidad mientras íbamos aprendiendo parte de la historia de la mano de Vannak. 

Fue construido para el rey Suryavarman II a comienzo del siglo XII, como capital del Imperio Khmer en aquel momento. Es la construcción religiosa más grande el mundo, para la que se necesitaron 40 años de construcción. Es asombroso como cada pared esté meticulosamente hecha con bajorrelieves con escenas de todo tipo: trabajar el campo, bailes, peleas, batallas… los detalles son impresionantes. Todo para describir las leyendas y escenas del momento, de sus creencias, de las guerras, de la vida diaria…

Uno de los bajorrelieves más famosos es el del ejército de Suryavarman II. Se encuentra en la parte oeste de la galería sur, y describe la idea que el rey tenía de su propia destreza militar (puede que un poco exagerada). Son dos paneles que representan, soldados, comandantes y Suryavarman II encima de un elefante


A parte de todos estos diseños, se pueden apreciar en todo el templo 2000 tallas de Apsaras, que son, según el lenguaje sánscrito, ninfas acuáticas de la mitología hindú. Angkor Wat está orientado hacia el oeste, lo que hace creer a muchos expertos que se trate de un templo funerario. Su abandono se debe a la muerte de Suryavarman II, cuando Jayavarman, el siguiente rey, estableció una nueva capital en Angkor Thom.

Hay un santuario central al cual se subía por unas escaleras de ladrillos (ahora cubiertas por escalones de madera) que se supone que se construyeron tan empinadas como recordatorio de que se subiese de rodillas hacia el lugar de los dioses. 

Recorrimos varias construcciones de Angkor Wat, tanto el templo principal como los de alrededor, donde sacamos más fotos y donde pudimos ver distintos bajorrelieves. Al final las dos horas y media que se necesitan para dar la vuelta entera se fueron volando, eso sí, aunque parezca una frase muy común, son recuerdos que que van a quedarse en la mente toda la vida y merece la pena vivirlos. 

Hemos tenido la suerte de tener un guía muy preparado, simpático y muy buena persona, quien nos ha dado tanta información sobre la cultura y filosofía de vida khmer que, creemos, es muy enriquecedora, además de contarnos cómo vive una familia Camboyana a día de hoy.

Después de terminar el tour, nos fuimos al hostal a darnos un baño y, por la noche, salimos a Pub Street para quedar con nuestras compañeras de este particular viaje por Angkor Wat, tomar unas cuantas cervezas, cenar y contarnos nuestra impresiones del viaje completo.

Este viaje de 8 días en Camboya ha sido una explosión tanto a nivel ciudad, viendo como un país está saliendo de un terrible periodo de guerra civil y se está modernizando, como a nivel cultural con sus templos que habían quedado escondidos, o casi enterrados, por el abandono y la selva tropical.

Es un país que poco a poco va ocupando un espacio más importante en la vida de los turistas y donde sus ciudadanos intentan que nuestra experiencia sea lo más positiva posible. Son increíblemente respetuosos con los extranjeros y al mismo tiempo siguen teniendo una cultura que a nosotros nos puede parecer del pasado. Animamos a todos a viajar a este lugar y no quedarse solo en los templos, sino descubrir un poco de todo lo que tiene que ofrecer. 

Muchas gracias, como siempre, por leernos.