Primeros pasos en Australia

Hola a todos de nuevo,

Los primeros días en un país tan lejano como Australia pueden ser difíciles o, por lo menos, complejos. De todas formas, esto no significa que no podáis disfrutar de la ciudad a la cual lleguéis, mezclando actividades en el centro y sus alrededores, y gestionando temas burocráticos típicos después de llegar a un país extranjero.

Al aterrizar, obviamente, hay que ir a por el alojamiento que se haya reservado. En nuestro caso, en Melbourne, nos fuimos al Travelodge Docklands, que se encuentra justo al lado de la estación de trenes donde llega el Sky Bus directamente del aeropuerto. Llegando de noche y tan cargados de maletas, cogimos un taxi hacia el hotel, aunque al día siguiente nos dimos cuenta que habríamos tardado menos andando que en coche, cosas del primer día… La habitación estupenda, la cama, comodísima. ¿sería el cansancio?

Que hacer el primer dia

El jet lag desde Europa es bastante importante (hay de 8 a 10 horas de huso horario dependiendo de la estación del año en la que viajeis), por lo que, especialmente el primer dia, os aconsejamos pasar un buen rato en la cama descansando para recuperar fuerzas. En nuestro caso, llegando de noche, pudimos descansar al 100% y a primera hora levantarnos y empezar con la tareas obligatorias:

• ¡Un buen desayuno!
• Teléfono: comprar las tarjetas SIM con la compañía nacional, ya que habíamos leído que es la que tiene cobertura en todo el país.
• Cuenta bancaria: en nuestro caso tuvimos la suerte de poder abrirla desde España, pero teníamos que identificarnos y debían darnos nuestras contraseñas para poder hacer todos los movimientos online, por lo que hay que ir al banco de todas formas.
• TFN: tax file number, el número de identificación obligatorio para trabajar en Australia, es como el numero de la Seguridad Social. Ahora solo se puede hacer online a través de este link, el procedimiento es muy fácil. En un plazo de 28 dias maximo os envian el numero a la dirección que hayais puesto en la application, aun así es posible llamar (el número es el 132861) y preguntar el estatus de la misma.

Después de estos recados iniciales e importantes, os aconsejamos que visitéis la ciudad. En Melbourne hay una compañía, I’M FREE, que se dedica a hacer free tours. Gracias a ellos pudimos orientarnos y ver lo más típico: la biblioteca, el edificio de la Exposición Universal, la catedral, el teatro Victoria… este tipo de tours son gratuitos y al final se da una propina que cada uno cree que merece el guía. Se pueden buscar online (son para todo el mundo) y reservar, o simplemente presentarse en el punto de encuentro a la hora indicada. La suerte nos sonrió y el cielo se fue abriendo hasta quedarse un día perfectamente primaveral con cielo azul.

Pueblos alrededor de Melbourne

La ciudad de Melbourne, siendo muy grande, no se puede visitar en un solo dia y necesita más tiempo, además hay varias zonas muy bonitas alrededor que también merece la pena visitar. En nuestro caso, teniendo Carlo a una tía que vive en Ocean Grove, nos fuimos a su casa para pasar la primera semana mientras buscábamos trabajo.

Ocean Grove es un pueblo costero que se sitúa a una hora y media de distancia de Melbourne, en el sur oeste. Cojimos el tren y bajamos en Geelong, donde la tía Filo nos estaba esperando. Como base para visitar sitios muy bonitos de la zona, no estuvo nada mal. Los pueblos más pintorescos son Barwon Heads y Torquay (en este último están algunos de los almacenes más grandes de importantes marcas de surf como Quicksilver o Rip Curl, y obviamente hicimos nuestras primeras compras en sus outlets, toalla y chanclas, 20 euros, ¡Una ganga! Asi que, si sois amantes del surf, la visita es obligatoria).

Torquay, además, es famoso por ser el pueblo donde empieza la legendaria Great Ocean Road, algo así como la ruta 66 de Estados Unidos aunque con menos kilómetros. Esta carretera lleva a los míticos 12 Apóstoles, unas formaciones rocosas gigantescas que se desprendieron de los acantilados hace siglos y que se erosionan día a día, lo que hace que finalmente se caigan. Antes había doce, ahora ya quedan solamente nueve. La vista de las rocas te deja sin palabras, pero todos los turistas a tu alrededor hace que no sea tan impresionante, por lo que se estropea un poco la experiencia.

Puede que la mejor hora para visitarlos sea muy pronto por la mañana, para estar un poco más solo y disfrutar del momento. La zona está perfectamente habilitada para aparcar y con pasarelas para llegar a los puntos con las mejores vistas para no perderse la foto, lo tienen todo pensado. Aparte de los Doce Apóstoles, se pueden visitar otras formaciones rocosas como London Bridge o Loch Arch Gorge.

Gracias a Filo, conductora incansable, pudimos pasar por toda la comarca conociendo pequeños pueblos y playas con encanto que de otra manera habría sido imposible de ver. Además, en estos pueblitos costeros, se puede hacer una de las cosas más típicas del país, ¡barbacoa! La mayoría de las zonas públicas al aire libre tienen barbacoas que se pueden utilizar de manera gratuita, y siempre hay que dejarlas limpia para el que viene después. 

Aprovechamos un día que salió un poco el sol y en el que se podía sentir la primavera para comprar una buena carne y un aperitivo. ¿Lo malo? Está prohibido beber alcohol en la calle, incluida la cerveza, así que la barbacoa se queda un poco triste. Aun así, es increíble que cualquier las pueda usar y hacer un plan de pic-nic cuando te apetezca. Otro plan que podeis apuntar.

Siguientes pasos

Entre un plan y otro, entre temas de papeleos y llamadas a granjas para hacer los 88 días, la primera semana se puede hacer muy corta, aunque muy entretenida. Si vais a Australia con el visado 462, como en el caso de Marta, nuestro consejo es que os vayais al norte del pais, ya que hay limitaciones – os las contamos en este post – a la hora de trabajar en distintos sectores y regiones del pais.

Fue una primera semana ajetreada, llena de visitas y conversaciones con los locales, pero nos dimos cuenta que para conseguir el trabajo que nos permita quedarnos un segundo año, necesitábamos estar en el norte. Ni nos lo pensamos, compramos un vuelo Melbourne – Townsville, en Queensland, y de domingo aterrizamos en este estado.

En el próximo post os contamos sobre los primeros días de granja, con consejos y experiencias personales.

¡Gracias a todos!