Dos semanas en Vietnam

Vietnam es un destino que ya se puede considerar un clásico para los viajeros. En estos últimos años se han multiplicado las personas que viajan a este país y no es para menos: su historia, cultura y gente no dejan a nadie indiferente y enriquecen la mentalidad del viajero.

En este post os vamos a contar nuestro viaje de dos semanas en Vietnam, con anécdotas y consejos según nuestra experiencia, un país que nos ha fascinado, divertido y asombrado a partes iguales. 

Preparación del viaje 

Visado para el viaje a Vietnam

Vietnam ofrece la posibilidad de hacer el visado a la llegada (VOA – visa on arrival) a sus aeropuertos si se llega por aire, o fronteras si se entra por tierra. No hay por lo tanto necesidad de pedir visado online antes de ir si el viaje no supera los 15 días. En nuestro caso, viajando desde Filipinas (aquí tenéis link al post de nuestra ruta de dos semanas en ese país) tuvimos que confirmar en Manila que íbamos a viajar a Vietnam durante 14 días, y lo mismo hicimos al llegar a Hanoi, momento en el cual los oficiales de aduana nos pusieron el sello en nuestros pasaportes.

Si queréis quedaros más días además de los 15 gratuitos que el país ofrece, se puede ampliar. Tenéis que pedirlo un par de días antes (por lo menos) de que se termine el que hayáis pedido a la llegada, en agencias especializadas en visados (hay muchísimas en las ciudades) o en las embajadas. Se quedan con vuestro pasaporte un par de días y os los devuelven con el nuevo sello. El coste ronda los 45 dólares americanos para pedir el mes extra. Si desde un principio sabéis que estaréis más tiempo, podéis tramitarlo con antelación.

Moneda

La moneda nacional es el Dong, vale muy poco y si vais con dólares o euros, vais a ser millonarios. 

1 Euro = 25000 Dongs – 1 Dólar = 23000 Dongs.

Obviamente en aeropuertos y fronteras hay casas de cambio (así como en las ciudades) y se cambia dinero con facilidad. Aún así, veréis que todos los precios están escritos tanto en dongs como en dólares, por lo que se puede pagar directamente con dólares americanos y ellos os darán cambio en una de las dos monedas.

Idioma

El idioma es el vietnamita. En las zonas más turísticas se defienden en inglés, pero en los comercios básicos y la gente común no lo suelen hablar ni entender, por lo que la comunicación gestual está a la orden del día. 

3 días en Hanoi: centro histórico, mercado, templo de la literatura y egg coffee

Con un vuelo muy pronto por la mañana desde Manila, con la compañía Cebu Pacific, en 3 horas llegamos a la capital de Vietnam. Pasar aduanas fue muy sencillo, nos pusieron el sello del visado en nuestro pasaporte, cambiamos un poco de dinero, y pronto estuvimos en un Grab (lo mismo que Uber, pero en Asia) de camino al centro de la ciudad donde se encontraba nuestro hotel.

Se tarda mucho, una hora casi, así que armaos de paciencia. Con suerte os podréis echar una cabezadita en el Grab (320000 dongs = 12 €) y ganar fuerzas para lo que queráis hacer el primer día, que nosotros recomendamos que sea un buen paseo por la ciudad.

Nuestro hotel, Little Diamond, se encontraba en pleno centro, por lo que enseguida estábamos paseando por sus calles repletas de gente y scooters, muchas scooters, MUCHAS. Nuestro primer consejo es tener cuidado con el tráfico, ya que las aceras están llenas de motos aparcadas y tendréis que caminar por la calzada. 

Las calles del centro de Hanoi se distinguen de las demás convencionales por algo muy peculiar, ya que cada calle se dedica al comercio de algo diferente: está la calle de los ferreteros, de los joyeros, de las telas, de la ropa, de las agencias de viaje, de los mecánicos, y más… Todo está bien repartido y es fácil orientarse si se está buscando algo en particular.

Como buenos mediterráneos, después de viajar a Lombok, Malasia y Filipinas, empezábamos a echar de menos un bocata bien hecho (ya que allí es casi imposible encontrar panaderías o restaurantes donde se puedan pedir), y qué mejor ocasión que comernos unos cuantos en este país que fue colonia francesa y que adoptó la maravilla de la baguette, llamada bành mí.

A los pocos metros de salir del hotel, ya estábamos desayunando bánh mì rellenos de pato, cerdo, pavo, verduras, huevos…vamos, lo que tenían disponibles en ese momento es los chiringuitos o en los bares/restaurantes. 

Hay algo particular que nos ha llamado la atención en Vietnam, y que seguro que os sale de ojo en cuanto lleguéis también a vosotros y  que es la altura de las sillas en los sitios de comida. 

No es una ciencia exacta, pero advertimos rápidamente que cuanto más bajas eran las sillas, más barato y más auténtico era el sitio. Pequeñas sillas y taburetes de plástico, a veces a menos de 30 cm del suelo y que seguramente serán compañeras de muchas comidas a lo largo de vuestro viaje en Vietnam. 

Estamos hablando, de todas formas, de un país muy barato donde se puede comer por menos de 5 euros muy fácilmente en sitios de calle, en las ciudades abundan en cantidades las ofertas culinarias. 

Mercado de telas 

En Hanoi no puede faltar la visita al mercado de telas de la ciudad. Todo el mundo nos había dicho que es una visita obligatoria en Hanoi, y nos fuimos andando, ya que queda en el centro. Como el propio país, es un sitio lleno de gente, con centenares de puestos de venta e infinidades de tipos de zapatos, bolsos, telas y diseños. Todo a precios bajísimos con respecto a Europa y donde, seguramente, os gastéis un poco de dinero en telas o en que os hagan trajes, vestidos, camisas o blusas (tardan 24-48 horas dependiendo de la carga de trabajo que tengan, son rapidísimos).

Centro histórico de Hanoi

Como os hemos comentado más arriba, Vietnam fue colonia francesa y esto se puede ver en su cultura culinaria y también en su arquitectura. Hay construcciones donde se mezclan la cultura indochina con la francesa, y otras que son completamente de estilo colonial, como la Catedral de San José, cuya semejanza con la de Notre Dame de París la ha hecho conocer al mundo también por su nombre “más francés”.

Se encuentra también en el centro y se llega fácilmente andando. Es la iglesia más antigua de la ciudad y se construyó en 1886. Se encuentra cerca de otro sitio que os aconsejamos ver, como el lago Hoan Kiem, donde se encuentra el “Welcoming Morning Sunlight Bridge” (o Cầu Thê Húc en vietnamese), un puente de madera rojo que da al Đền Ngọc Sơn, es decir, el Templo de la Montaña de Jade, muy característico ya que se encuentra en un islote dentro del lago. La entrada para ver el templo cuesta 30000 dongs (€ 1,20). Se dice que aquí vivieron dos de las tortugas más longevas del mundo, llegando a alcanzar más de 400 años. Nosotros dudamos de su existencia, pero al parecer la última murió hace solo unos 10 años. 

Free tour

En Vietnam, también, hay posibilidad de hacer free tours, dejando propina al final según el grado de satisfacción. El tour que hicimos fue muy particular ya que fuimos los únicos, y es una característica de la compañía con la cual lo hemos hecho, que se llama Hanoi Free Walking Tours. Hablan muy bien inglés y es bastante interesante. Son alumnos voluntarios de la Universidad de Hanoi, quienes lo hacen para mejorar su inglés y conocer gente de otros países. 

Pasamos por Phung Hung Mural Street, una calle dedicada a un proyecto de varios artistas vietnamitas y sur coreanos que se alarga 200 metros con pinturas de temas diferentes. Os invitamos a que os animéis a verlos, independientemente de que hagáis el tour o no. Allí también vimos algunos de los restaurantes que siguen ofreciendo perro asado, una comida típica del norte del país y que está desapareciendo. 

Siguiendo con la visita guiada, pasamos por varios callejones de mercados de comida, muy auténticos, nos acercamos a ver el puente donde pasa el tren callejero y donde han tenido que vallar porque los turistas no tenían cuidado al hacerse las fotos, y terminamos en un Café muy famoso, en el lado norte del lago Hoan Kiem, que se llama Dinh Café. 

Este es el bar donde se inventó el egg coffee. Como el propio nombre indica, es un café al cual se añade, con una particular técnica, yema de huevo para que tenga una consistencia diferente y, por supuesto, un gusto particular. Es algo que probablemente nadie haya probado hasta llegar a Vietnam, por lo que os aconsejamos probarlo, en Dinh Café o donde lo hagan, básicamente en todos los cafés de Vietnam. El nacimiento de este café se dio en un momento de escasez de leche, cuando al propietario se le ocurrió añadirle huevo para sustituir al láctea y que triunfó. 

Templo de la literatura

Otro sitio que visitar, en nuestra opinión, es el Templo de la Literatura, o Van Mieu en vietnamita, y se encuentra en la zona oeste de la capital. Construido en el 1070 bajo el imperio de Lý Thánh Tông, el templo ha sido utilizado para la academia imperial vietnamita y, por lo tanto, para las difíciles sesiones de examen para acceder al mandarinato. Fue la primera universidad del país. Dividido en cinco cortes internas, su muro exterior es de 1833. La entrada cuesta 30000 dongs (€ 1,20).

Mausoleo Ho Chi Minh

Intentamos ir a ver el Mausoleo de Ho Chi Minh, pero sin suerte, ya que Marta no llevaba pantalón largo y camiseta con mangas, y la vestimenta es muy importante a la hora de entrar a este sitio. No lo sabíamos y ya era demasiado tarde para volver al hotel, cambiarnos y volver al Mausoleo. Fue un poco decepcionante no poder entrar, ojalá en un futuro podamos volver para visitarlo.

Si queréis ir a verlo, consultad el horario con antelación ya que solo abre un par de horas por la mañana y se forman colas inmensas. Como curiosidad, os contamos que Ho Chi Minh, el que fue primer ministro de Vietnam y asentó la bases comunistas en el país, era bastante ecologista y quería que al morir se le incinerara ya que así “se deja más espacio para la agricultura” . Sin embargo, debido a la gran figura en la que se convirtió, cuando murió se construyó este increíble mausoleo donde se guardaron sus restos embalsamados.

Compras

Capítulo aparte merece el tema de la compra en tiendas de ropa de marca. En Vietnam se encuentran muchas fábricas de las mayores marcas de ropa europeas y americanas, por lo que mucha gente se dedica a tener tiendas donde vender bolsos, mochilas, camisetas, ropa técnica (y quién sabe qué más) a precios muchos más bajos que en nuestros países. 

Sin entrar en el debate si todo lo que vendan sea original, hay auténticas gangas, todo obviamente bajo el concepto que hay que regatear. Nuestro consejo es que preguntéis por el precio en dongs, para que empiecen a pedir un precio mas bajo de lo que dirían en dólares. Nosotros nos llevamos dos mochilas de una famosa marca deportiva por un precio 10 veces más bajo que lo que se pagaría en Europa.

Entre estas tiendas y las típicas de art market, con todo tipo de souvenirs, ropa local, bolsos, imanes y pequeños regalos para vuestras familias y amigos, os gastaréis un poco de vuestro dinero en un ambiente muy alegre y mezclado de turistas con locales.

Hanoi es una ciudad caótica por un lado, pero que ofrece muchísimas cosas que ver y es, si se puede decir, el puente de entrada al país. Aun así, queda muchísimo por ver en un viaje de dos semanas en Vietnam. En nuestra ruta, el siguiente sitio fue Halong Bay, una de las maravillas naturales del mundo.

Crucero de 2 días en Halong Bay 

Cerca de Hanoi hay varias opciones para visitar sitios cuya naturaleza es asombrosa. Halong Bay es, sin duda, una de ellas. Es una de las siete maravillas naturales del mundo y se encuentra a solo 165 km de la capital. Se organizan a diario furgonetas que llevan los viajeros a coger uno de sus famosos cruceros que recorren sus aguas, atravesando sus 1969 islas (775 están protegidas por UNESCO). 

Se pueden reservar tanto online como en Hanoi u otras ciudades cercanas, con tres opciones: 1, 2 o 3 días de crucero. El precio varía dependiendo del grado de lujo del crucero. Nosotros quisimos darnos un capricho y reservamos para dos días con Apricot Premium Cruises, una de las muchas compañías que operan en este lugar. Reservamos con antelación online y pagamos lo mismo que habríamos pagado regateando en la ciudad.

Al contratar el crucero, está incluido el transporte hasta Halong Bay en una pequeña van y también pueden incluir el transporte al siguiente destino dependiendo de cuál sea. (Hanoi, Hoi-An, la región de Sa-pa…)

Una vez subidos, empieza el crucero con la comida para así conocer a los demás viajeros. En nuestro caso, éramos 18 personas, unas para el crucero de 2 días y otras para el de 3. 

Nuestra cabina tenía una cama doble (además de una cama extra), baño privado, un armario, y un balcón todo para nosotros. Mola mucho, ¿verdad? El precio total fue € 220. Puede que sea un poco caro, pero si pensamos en todo lo que está incluido, sin hablar de los paisajes que se pueden admirar, no es excesivo el coste.

Los highlights del crucero son muchos, como las islas de piedra calizas, cada una diferente y realmente asombrosas considerando su número, que dan una sensación de tranquilidad al pasarlas, dada también la velocidad reducida del barco. O también por la exploración de la cueva Trinh Nu, algo así como las Cuevas del Drach en Mallorca.

Tampoco podemos olvidar la subida a Bai Tho Mountain. Preparaos, os dejan con el crucero en una de las islas de la bahía y hay que subir unos cuantos escalones para llegar al mirador, pero la vista es increíble. Por lo tanto, necesitaréis también que vuestra cámara esté bien cargada, por que las fotos van a ser muchas hasta conseguir la panorámica perfecta.. 

Entre todo esto, la noche se hace muy placentera en la cabina: la cama es cómoda, el barco está parado al lado de una de las islas e, igual que el almuerzo y la cena. El desayuno es abundante y mientras lo tomamos el barco se dirige una granja de perlas (Pearl Farm), donde se hace un pequeño tour de la misma y, como “actividad física” del día, se puede coger una canoa y dar una vuelta entre los varios cultivos de las otras que darán, en el futuro, vida a las perlas utilizadas como joyas.

Desde luego que es algo particular de ver. Dentro de la misma granja se puede, obviamente, comprar productos hechos por las perlas del mismo sitio y, además, de otros mares del mundo, con colores y formas distintos. Después de este tiempo fuera del barco, se vuelve a navegar hacia el punto de partida del crucero, almorzando mientras tanto, para finalmente dejar los pasajeros que, como nosotros, han optado para 2 días de crucero. 

Los que han decidido hacer los 3 dias de crucero, seguirán en el barco y volverán a la bahía para descansar admirando las vistas del atardecer. 

Al volver al muelle donde se encuentran todos los cruceros, hay varios buses o furgonetas que esperan a los viajeros para sus siguientes destinos, sea la vuelta a Hanoi o, como en nuestro caso, ir a Ninh Binh, otro sitio famoso por sus increíbles paisajes.

3 días en Ninh Binh: paseo en barca en Tam Coc, visita al templo Bai Dinh y pato a la brasa

Dos semanas en Vietnam pueden dar para visitar muchos sitios, aunque es inevitable dejar algunos por el camino, por lo que hay que tomar decisiones, que se revelan a veces acertadas y a veces no. La provincia de Ninh Binh pertenece a las primeras, empezando por, en nuestro caso, la elección del hostal, que obviamente os vamos a aconsejar.

Se trata del Tam Coc Central Hostel, que se encuentra en la zona de la ciudad donde albergan todos los turistas, ya que el centro de la ciudad de Tam Coc se encuentra unos kilómetros más al norte. Lo bueno de este hostal, a parte sus precios razonables, es que todos los buses o furgonetas que os van a llevar hasta allí harán su parada en la puerta del hostal, por lo que no os tendréis que preocupar de buscar un taxi que os lleve a ello. Es un ahorro de dinero que os vendrá bien para más adelante. Aparte de esto, la cama era comodísima y estaba muy nuevo y limpio. 

Por regla general, los hostales ofrecen el servicio de agencia de viajes, es decir, podéis contratar con ellos experiencias en la zona donde estéis, alquilar bicis o scooters, y también reservar vuestro bus para ir al siguiente destino. Este hostal, como también otros a los cuales podéis ir a preguntar, o hasta restaurantes y supermercados, ofrece este servicio. Al final todos ofrecen asientos en los mismos buses, por lo que podéis intentar negociar el precio y quedaros con el más barato. 

Hay muchas razones por las cuales los viajeros deciden ir a la provincia de Ninh Binh, nosotros nos quedamos con el paseo en barca por el río Ngo Dong, y la visita a las pagodas de Bai Dinh, a la cual hay que ir en scooter.

Paseo en barca por el río Ngo Dong

En Tam Coc, la población más turística de Ninh Binh, el paseo en barco por el río Ngo Dong cuesta 200.000 dongs por persona (€ 8 y no es negociable). Los barqueros reman con los pies, lo que es sin duda bastante peculiar. El tour del río, que pasa por 3 cuevas, dura dos horas aproximadamente y, dependiendo de la temporada en que estéis en Ninh Binh, podréis ver las orillas de colores distintos, pasando del verde brillante en época de cultiva al amarillo durante la temporada seca. 

También se pueden admirar templos por el camino, señoras con sus pequeños mercadillos que venden comida y productos locales, lo que crea un carrusel de barcos muy pintoresco, a parte de los paisajes naturales que son únicos. Si preferís la opción más barata, se puede caminar o llegar en bici a la orilla del río.

Pagoda de Bai Dinh

Por otro lado, para ir a visitar las pagodas de Bai Dinh se necesita una scooter. El alquiler cuesta € 8/día, a los cuales hay que añadir gasolina (es más barata en Vietnam con respecto a Europa). Una vez se llega, hay que pagar una pequeña cuota de parking para los scooters (menos de € 1). La buena noticia es que no se paga entrada al conjunto de templos budistas de Bai Dinh, que resulta ser el más grande de Vietnam

Por lo tanto, siendo muy grande el sitio que vais a visitar, habrá que llevar calzado cómodo, mucha agua y comida, ya que se tarda 4-5 horas en dar la vuelta visitarlo. Eso sí, también hay que coger mapa al entrar, u os vais a perder enseguida. Entre templos y pagodas no vais a poder elegir vuestras favoritas..

Obviamente, ya que vais a tener scooter, podéis usar la moto para visitar otros lugares y así poder llegar a más sitios donde aparcar y dar paseos en zonas no accesibles al scooter mismo. La naturaleza aquí os va a ofrecer varios puntos donde disfrutar de sus paisajes. Recomendamos visitar Mua Caves desde donde se podrán admirar las vistas de Tam Coc desde arriba, junto a un bonito templo y un dragón tallado en piedra. 

RESTAURANTES

Siendo una zona turística, los precios son un poco más alto de lo normal, aunque tampoco mucho. Se come tranquilamente por 8/12 euros por pareja, con pescados de río como platos fuertes de las cocinas locales, donde además es muy típico el pato a la brasa. Cervezas locales y el almuerzo/cena perfecto está servido. Obviamente el Bánh Mì (la baguette) para desayunar ha sido un clásico para nosotros.

En el viaje de dos semanas en Vietnam, no pueden faltar los viajes nocturnos para ahorrar dinero y aprovechar el tiempo al máximo, cambiando noches en hotel por el dormir (más o menos bien) en buses con camas. En Vietnam hay dos versiones, una para viajeros low cost y otra de lujo. Nosotros hemos cogido siempre los de versión barata, que suele ser la opción que escogen todos los extranjeros.

Desde Ninh Binh, nuestro siguiente destino fue Huê, y nos fuimos con el bus nocturno que salió (con retraso) alrededor de las 21:00 horas. 10 horas de viaje donde pudimos increíblemente dormir, y a las 7 de la mañana llegamos a nuestro nuevo destino. Estos buses están compuestos por 3 filas de asientos, dispuestos en dos niveles, donde hay un total de, más o menos, 40 “asientos-camas”, con almohada y una manta en cada uno de ellos. No es lo más comfy del mundo, pero se puede llevar sin problemas.

2 días en Huê: la ciudad imperial 

Llegando a Hue, los buses paran fuera de la ciudad en un parking de un edificio público. Por lo tanto, toca negociar precio con los taxis para el trayecto de 5-10 minutos para que os dejen a lado de vuestro hostal/hotel. Nosotros nos quedamos 1 noche en Bon Ami Hostel, reservando en seguida el bus para el siguiente viaje de noche hacia nuestro siguiente destino.

Con este plan, realmente, es como si estuviéramos pasando dos días completos en Hue, lo que nos daría para visitar la Ciudadela Imperial, pasar una noche entretenida y visitar su mercadillo.

No faltan las ofertas de happy hours en los bares, por lo que hay que visitar la Ciudadela Imperial por la mañana, para luego tener tiempo para tomar algo y ver qué ofrece la vida nocturna de la ciudad. 

Ciudadela Imperial

La Ciudadela Imperial de Hue, conocida también como Dai Noi, se divide en tres estructuras: Gran Palacio o Ciudad Imperial, Tu Cam Thanh o Ciudad Púrpura Prohibida y Hoang Thanh o Recinto Amarillo. La entrada cuesta 150000 dongs por persona (€ 6), y permite pasar en ella todo el tiempo que se quiera.

Hay que considerar que la superficie total de la ciudad de Hue es bastante grande. Antiguamente estuvo protegida por murallas fortificadas de 2 kilómetros por 2 kilómetros y rodeada por un foso, dentro de la cual se construyó la residencia del emperador, rodeada por una muralla adicional de 2,5 kilómetros de perímetro. 

Realmente, dentro del Hoang Thanh es donde residía el primer autoproclamado emperador, de la dinastía Nguyen, que usó Hue como capital, desde ese momento, del Reino de Vietnam; estamos hablando de 1789. Durante las décadas se han ido sucediendo los emperadores y la ciudad ha ido evolucionando en todos los aspectos, sobre todo de pequeñas construcciones internas que servían sobre todo para los momentos de ocio de la familia imperial, y que a día de hoy se pueden visitar, como templos, pequeñas residencias, jardines, zonas de estudio…

También esta ciudadela sufrió los malos momentos de las guerras, por lo que muchas de sus edificaciones han sido destruidas y la mayor parte de lo que se ve son reconstrucciones actuales. En estos momentos, están desarrollando una parte digital para que el visitante pueda revivir cómo era la ciudad antiguamente.

Creemos que en un viaje de dos semanas en Vietnam, Huê debe ser parada obligatoria para entender aún más la cultura de este país y entender su dedicación al imperio y al arte. Llegando a mitad de la tarde, a las 5 empiezan los 2×1 y los bares empiezan a llenarse, con ofertas que cambian cada hora para que los turistas se lo pasen bien. 

A nuestra happy hour se le unió un hecho particular, la selección nacional de fútbol jugaba esa noche y los restaurantes estaban hasta arriba, con miles de jóvenes aclamando a sus ídolos y vitoreándolos en un partido bastante malo la verdad. 0-0 contra la selección de Tailandia. 

El segundo día nos dedicamos en pasear por la ciudad “nueva” buscando el mercado local y callejeando. El mercado ofrece todo tipo de tiendas ambulantes, desde el frutero al que vende pescado, o el de joyas, hasta terminar con productos electrónicos. Mucha gente y confusión, pero nos acostumbramos a todo.

Al final de la tarde nos pasaron a buscar con un coche para llevarnos al sitio donde salía el bus hacia nuestro siguiente destino, Hoi An. Desde Hue se tardan 3 horas en bus, justo da el tiempo para echarse una cabezadita y poco más. 

2 días en Hoi An: farolillos, artesanía, ambiente e historia

Esta ciudad nos ha gustado de manera particular, ya que la hemos visto muy completa en todos los aspectos, como el cultural, la variedad de sitios que visitar, la gente muy amable, su artesanía, etc. Es tan espectacular que UNESCO declaró la ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1999. Para nosotros es la ciudad más bonita de Vietnam.

Esta ciudad fue uno de los puertos comerciales más importantes de Asia durante los siglos XVI y XVII, aprovechando su posición en la desembocadura del río Thu Bon, con el resultado de que se instalaran muchísimas comunidades chinas y japonesas e incluso algunos europeos, y todo se ve en la actualidad en su arquitectura y monumentos.

Sin embargo, todo cambió en el siglo XVIII cuando hubo un desastre natural y la morfología del territorio cambió de forma radical, dejando al río seco y por lo tanto sin posibilidades de que los barcos pudiesen atracar. La ciudad se fue empobreciendo poco a poco, los negocios cerrando y las familias mudándose. Los pocos que se quedaron no tenían dinero para reconstruir las casas, razón la cual la mayoría de sus edificios quedaron tan anticuados y ahora son un ejemplo de la cultura vietnamita. El comercio terminó por cambiarse a la cercana ciudad de Da Nang, con puerto directamente al mar. 

Desde que UNESCO declarara Hoi An Patrimonio de la Humanidad, se han mantenido sitios y construcciones de la ciudad antigua, haciendo que se visite muchísimo su casco antiguo, y que florezcan más actividades comerciales a su alrededor, como por ejemplo el mercado de telas y las tiendas de ropa hechas a medida. Los habitantes de la ciudad llegaron a quejarse por la gran afluencia de turistas, ya que atrae más de 300000 personas al año. 

Hay varios monumentos que se pueden visitar. Nosotros hemos pasado por el puente Japonés, la casa-museo Tan Ky, la Asamblea Cantonesa, el Hoi An Traditional Art Performance House donde hemos visto un espectáculo local y la Phung Hung House, entre otros… La entrada a estos sitios está reglamentada a través la compra de un ticket que cuesta 120000 dongs (€ 5) y permite la entrada a 5 sitios (en algunos de ellos no te la piden y así puedes visitar alguno más).

Para llegar a la ciudad antigua, si como nosotros os vais a albergar en la parte nueva de la misma, es muy común hacerlo en bicicleta. Nosotros tuvimos suerte que en nuestro alojamiento, el Little Library Villa, nos las dieran gratis, por lo que este alojamiento nos gustó no solo por su relación calidad/precio, si no que también por la comodidad de su cama y en general lo nuevo que está, y por su atención al cliente.

Mientras que se pasea por la ciudad antigua, se puede entrar en tiendas que ofrecen sus famosos farolillos, arte típico de esta ciudad, donde se puede notar la influencia china en los diseños. Estas tiendas son muchísimas y, los precios, económicos. Las medidas suelen ser tres, por lo que la oferta de los comerciantes es bastante amplia.

Otro highlight de la ciudad, que cuenta con 88000 habitantes, es el de las tiendas de ropa hecha a medida con sedas, algodones y materiales de muy buena calidad y, estando en Vietnam, con precios más baratos que en Europa. En nuestro caso, dos talleres distintos nos hicieron, en pocas horas, dos camisas para Carlo y un vestido veraniego para Marta.

La noche en Hoi An es muy particular, ya que las calles de la ciudad antigua se llenan de gente para el happy hour y para la cena. Hay espectáculos de barquitos con los farolillos y los comerciantes de los mismos los lucen encendidos para que así la atmósfera de alegría sea básicamente permanente. El resto lo hace la música de algunos de los bares/pubs que siempre están repletos de gente.

Después de pasar dos noches en Hoi An, nuestro siguiente destino fue Nha Trang. En este caso también nos fuimos en bus nocturno, 9 horas en este caso, aunque no dormimos tan bien como el viaje de noche a Hue.

2 días en Nha Trang: pescado fresco y playas con rascacielos

Este sitio nos ha dejado una sensación agridulce, os lo queremos comentar con sinceridad. Hay cosas buenas y cosas más regulares. Es una ciudad muy turística desde el punto de vista del concepto de playa. Abundan los rascacielos (nosotros también nos alojamos en uno de ellos reservando un apartamento en Airbnb), y es básicamente una localidad que vive del turismo, en este caso, ruso y chino.

Por lo tanto es muy común ver a gente de esos dos países en las playas y el paseo marítimo. También es un sitio famoso por hacer buceo, aunque no os podemos decir si merece la pena o no ya que decidimos no hacerlo. Eso sí, por lo visto hay un par de islas justo en frente de la ciudad que están repletas de amantes de las profundidades.

Lo que a nosotros nos llamó mucho la atención fue la gran cantidad de restaurantes con buffet de pescado fresco que hay en la ciudad. De base hay muchísimos restaurantes que por la noche están llenos de gente, lo que es realmente asombroso es la cantidad y la diversidad de pescados que ofrece el mar en esta zona del país.

Por un precio de entre 15 y 20 euros se puede disfrutar de un buen buffet de pescado y marisco. 

Nha Trang no es el típico sitio que os aconsejaríamos como obligatorio en vuestro viaje de dos semanas en Vietnam, más que nada porque puede que las buenas vibras, de las cuales de vez en cuando hablamos, no las percibiéramos en estos dos días. A lo mejor se puede añadir un días más al destino que os contamos abajo, Ho Chi Minh, o Hoi An donde nos habríamos quedado mucho más tiempo. 

En definitiva depende también de lo que estéis buscando, pero no estamos tan seguros que Vietnam sea un sitio aconsejable por sus playas, sino que más bien por todo el resto que os hemos venido contando hasta ahora. 

2 días en Ho Chi Minh: mercado central, área colonial y último Banh Mi

Para ganar tiempo y poder empezar a visitar desde pronto por la mañana la antigua Saigón, viajamos también de noche desde Nha Trang, llegando alrededor de las 5 de la madrugada, justo a tiempo para ver los mercados abrir y hacer un early check-in en nuestro hostal, el Lala Hostel, en pleno centro.

Ho Chi Minh es famosa por sus mercados enormes de tejidos, por lo que nos fuimos enseguida, andando, al Ben Thanh Market. Una perdición total: no paramos de preguntar precios de sedas y algodones, y al final nos tomaron medidas para un traje para Carlo, y para un vestido para Marta. Todo para la mañana siguiente, obviamente baratísimo. 

Por la tarde, nos fuimos a dar una vuelta por el centro de la ciudad, pasando por la Ópera de Saigón, el Ayuntamiento, comiendo en puestos de comida callejera y buscando rincones más escondidos. No faltan, además, las tiendas de ropa que ofrecen el mismo servicio de los puestos del mercado de Ben Thanh.

No nos dio tiempo de ver mas cosas de la ciudad (por eso os decimos arriba que podéis quitar Nha Trang del plan, si queréis, y volar desde Hoi An a Ho Chi Minh y aprovechar un día más en la antigua Saigón), pero os aconsejamos intentar ir al templo hindú cerca del mercado Ben Thanh, o a la Catedral de Notre Dame, o al War Remnants Museum (museo de los vestigios de la guerra), o ir de excursión al famosísimo delta del Mekong. Todo depende de cuanto tiempo tengas.

A las 4 de la tarde de nuestro segundo día salimos en bus (justo al lado de nuestro hostal) hacia otro país de nuestro Gran Viaje, que os vamos a contar en otra serie de posts, Cambodia. Vietnam ha sido uno de nuestros destinos favoritos en nuestro descubrimiento del sudeste asiático. Sitios y paisajes espectaculares, ciudades vibrantes, templos y pagodas con diseños y detalles infinitos, compras baratas e historias distintas de cada sitio que nos vamos a llevar para toda la vida.

Gracias por leernos, como siempre, y esperamos que os animéis a visitar este país con nuestros consejos y experiencias.