Road trip en Australia: Perth, Margaret River y Esperance

Durante nuestro road trip en Australia hemos pasado por innumerables pueblos y los miles de kilómetros nos han hecho añorar un poco las ciudades, por lo que esperábamos con ansia llegar a Perth y conocer la ciudad y sus alrededores. Os vamos a contar qué nos ha parecido la ciudad, qué hacer para disfrutarla y qué visitar si pasas unos días allí. También os hablaremos de Margaret River, la zona vitícola más importante del estado y de Esperance, con playas blancas y canguros.

The Pinnacles Desert

En nuestro camino hacia la capital del estado de Western Australia, hicimos una última parada en el pueblo de Cervantes. Esta localidad con un nombre tan español tiene la particularidad de que la mayoría de las calles tienen nombre de ciudades españolas: Toledo, Sevilla, Madrid… algo que es muy curioso teniendo en cuenta que está al otro lado del mundo. Es un pequeño pueblo con playa perfecto para escapar un par de días de la ciudad con buen tiempo. 

Sin embargo, lo que hay que visitar aquí es The Pinnacles Desert, el desierto de los pináculos, llamado así porque en medio de las verdes praderas existe este pequeño trozo de desierto con miles de rocas en forma puntiaguda, otro de los tantos misterios del país respecto a las rocas. 

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Se puede pasear por la zona o dar una pequeña vuelta con el coche. El pase de entrada a los parques de Western Australia es válido, os contábamos todo sobre estos tickets en nuestro último post. 

Es muy curioso pasear por allí, con la arena amarilla y los cientos de rocas a tu alrededor, alzándose hasta tres metros en algunos casos, aunque hemos de decir que no necesitarás más de una hora para verlo completo. 

Wave Rock

A pesar de que nuestro camino pasaba por la ciudad de Perth, decidimos dejar la ciudad para el final y continuar hacia Esperance, en la costa sur del estado y perteneciente a Cape Le Grand National Park. 

La distancia entre Perth y Esperance es de 8 horas en coche, pero quisimos hacerlo en un día para poder disfrutar más de las playas del sur. Si vas hacia allí por el interior, una de las paradas más populares es Wave Rock, la famosa roca con forma de ola que se puede ver en casi todos las guías y post populares del país. 

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No sabemos si es que ya habíamos visto muchas rocas, pero para nosotros fue una completa decepción. Es mucho más pequeña de lo que habíamos imaginado, lo único que se puede hacer allí es hacerte una foto y caminar unos metros por la zona superior. Además, este es uno de los parques que no se incluyen en el pase general de WA y el precio por aparcar el coche es de 12 dólares. Nuestra sensación por lo tanto fue más de “circo” que de ver algo fuera de lo común. Aunque ya que estábamos allí, por supuesto nos hicimos unas cuantas fotos. No se nos da mal surfear la ola.

Esperance

Este ha sido el único día que hemos conducido de noche en Australia, no nos quedaba más remedio si queríamos ver el amanecer en la playa. Reservamos nuestra noche de alojamiento en un camping de la playa de Lucky Bay, ya dentro del parque nacional. En el camino, nos cruzamos con varios canguros, pero como ya lo sabíamos, íbamos muy despacio y evitamos un choque con alguno de ellos. 

La luna estaba casi llena y desde nuestra tienda de campaña podíamos ver la playa blanca iluminada con su luz, además de escuchar el relajado sonido de las olas. 

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Solo unas pocas horas más tarde nos despertamos con la esperanza de ver canguros en orilla del mar en Lucky Bay, ya que es popular precisamente por tener un gran número de estos animales en su arena. No tuvimos suerte de verlos, pero en el camping una pequeña familia de mamá, papá y bebé canguro pasó toda la noche a nuestro lado y durante el día pudimos hacernos preciosas fotos con los que fueron los últimos canguros que veríamos. 

El pueblo de Esperance, justo en el límite con el parque nacional, tiene así mismo unas playas blancas con agua turquesa que exploramos durante toda la tarde. Nos hubiese encantado unos cuantos grados más en el termómetro para poder bañarnos, pero aún hacía fresquito y el agua no invitaba a bañarte. 

Creemos que en la época de verano es un destino ideal para pasar una semana explorando todo el parque nacional, relajándote en sus aguas y comiendo buen pescado y ostras. 

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Margaret River

La zona de Margaret River es una de las áreas vinícolas más importantes del país, y como bien sabéis por nuestro post en Adelaide y Yarra River, a nosotros nos encanta probar varios vinos para comprobar que su fama no es solo marketing. O al menos esa es la excusa que ponemos. 

Visitamos varias bodegas realizando catas de bastantes vinos. Lo común es que te dejen probar varios de forma gratuita, suelen ser 4-5 vinos, de los más populares de cada bodega. En caso de querer probar uno más exclusivo, hay que pagar unos 3-5 dólares. 

• Xanadu: una bodega que lleva ya unos 40 años en funcionamiento donde nos encantó un Pinot Noir y decidimos llevarnos una botella con nosotros.
• Leeuwin Estate : esta bodega es una de las más grandes de la zona. Hace unos años, comenzó a comprar obras de arte y a imprimirlas en sus etiquetas, algo que ya se ha convertido en una tradición. Además de probar unos vinos exquisitos, también puedes ver algunos de estos cuadros en su galería. 
• Hay Shed Hill: en este caso, el negocio familiar es aún pequeño, aunque cada año la producción va creciendo. Los viñedos se pueden ver desde la terraza y te indican de qué viñas proviene cada uno de los que pruebas. También compramos aquí una botella un poco más especial para una de nuestras cenas caseras en casa. 

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No solo de vinos vive Margaret River, y qué mejor que acompañarlo con un delicioso helado casero en Millers Ice Creamery, donde se puede ver a las vacas de las que se ordeña la leche e incluso visita la pequeña fábrica. 

Tampoco hay que perderse la fábrica de chocolate en el pueblo de Metricup, sobre todo si eres muy goloso, aunque no sabrás que elegir para acompañar un merecido café. Pero sin duda, uno de los sitios que más nos gustó fue una pequeña fábrica de mermeladas que se llama Berry Farm. Las había de todos los sabores, desde las más poplares como fresa y melocotón, hasta mermelada de pimientos, de chili o limón con clavo. Escogimos una de fresa y una de melocotón con brandy para acompañar nuestros futuros desayunos y cambiar así un poco nuestro menú habitual.

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Perth

Era hora en nuestro Road Trip de llegar a la capital del estado de Western Australia, Perth. Esta ciudad es la metrópolis más aislada del mundo, con la ciudad más cercana a 3000 km. Sin embargo, esto no ha sido razón para desarrollarse de la manera más occidental y rápida posible. Los rascacielos te saludan desde la distancia y sus calles rebosan de energía y nacionalidades. 

Cuenta con unos 2 millones de habitantes extendidos por varios suburbios alrededor de la ciudad, mientras que el centro es más un nicho para los extranjeros que están más o menos de paso, desde work and holidays, estudiantes o turistas. 

Aquí llegó la hora de despedirnos de nuestra tienda de campaña para pasar unos días en un hostel, ya que nuestro primer objetivo en la ciudad era vender el coche con todo el equipamiento de camping que teníamos y algunas cosas más. Después de dejar el coche en el taller para arreglar un par de desperfectos, no nos fue muy difícil encontrar un comprador. 

Mientras estas gestiones tenían lugar, exploramos un poco la ciudad. 

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Qué visitar en Perth. 

• Elizabeth Quay: la zona del puerto de recreo de la ciudad, donde se pueden observar los rascacielos desde una terraza y tomar una de la mejores pizzas que hemos comido en Australia, en The Island, una antigua fábrica de cerveza reformada en su interior. 
• Kings Park: uno de los parques urbanos más grandes del mundo, es el jardín botánico que no puede faltar en ninguna de las ciudades de Australia. Las vistas desde su mirador son increíbles y no hay mejor plan que un pic-nic al atardecer. Además, durante el mes de Septiembre hay actividades para celebrar el comienzo de la primavera y exposiciones entre sus plantas. 
• London Court: una pequeña calle en el centro de la ciudad que recrea el Londres del siglo XVI, donde se pueden hacer compras de souvernirs y sacar preciosas fotos que parecen sacadas de un libro de Shakespeare. 
• Mercado de Fremantle: este barrio es el más antiguo de la ciudad, donde se estableció la prisión que más tarde dio lugar al asentamiento colono. Se pueden encontrar edificios antiguos y un mercado que abre a diario con todo tipo de productos. Desde ropa, souvenirs, jabones, zapatos… Sin duda, es la zona más popular de Perth y la mayoría de los turistas se alojan entre sus calles para las visitas
• Northbridge: el barrio con más ambiente de la ciudad, a solo cinco minutos de la plaza central de Perth, Yagan Square, y donde se pueden encontrar todo tipo de restaurantes y bares con ambiente casi a diario. 
• Little Creatures Brewery: la fábrica de cerveza de unas de nuestras marcas favoritas del país. Puedes elegir una de sus muchas variedades asesorado por sus barmen o, como nosotros, probar una de cada en una cata de cervezas por 15$. Una vez al mes puedes apuntarte a una cata con un profesional por un precio de 20$ por persona. 

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Creemos que estos son los sitios que no te puedes perder de la ciudad, aunque nos hubiese encantado conocer muchos más lugares, pero con la ocupación de vender el coche no nos dio tiempo a todo lo que queríamos. 

Rottnest Island

Casi 4 meses después del cumpleaños de Carlo, por fin pudimos disfrutar de su regalo: un día completo en la isla de Rottnest Island, hogar del feliz Quokka, el animal que siempre sonríe. Este pequeño marsupial solo habita en esta pequeña isla del Índico, por lo que es un destino muy popular y casi obligado si pasas unos días en la ciudad. 

El ferry tarda solamente 45 minutos en alcanzar la isla y lo ideal es recorrerla en bici. Nosotros habíamos cargado con nuestras bicis desde Melbourne, así que no podíamos perdernos esta excursión, pero también la puedes alquilar por 20 dólares al día, con la compañía del mismo ferry o al llegar a la isla. 

En Rottnest hay un pequeño pueblo justo donde atraca el barco, con un supermercado, varios restaurantes y algunos hoteles y hostales. Sin embargo el resto de la isla está prácticamente despoblada y el plan del día es simplemente descubrir las playas y hacer ejercicio, mucho ejercicio. En total la vuelta a la isla fueron unos 35 km, así que prepara tus piernas y desayuna bien porque vas a necesitar todas las fuerzas posibles. 

Los pequeños Quokka están prácticamente por todos los sitios, pero al igual que los canguros, te podrás acercar a los que están más acostumbrados a los humanos en la zona habitada, mientras que en el resto suelen asustarse con más facilidad. Pero tranquilo, tendrás la oportunidad de hacerte miles de selfies, hay suficientes para todos. 

Nosotros nos llevamos la comida, una deliciosas costillas de cordero que habíamos comprado en una granja y un buen vino de Margaret River, que tomamos en una de las barbacoas disponibles públicas y gratuitas. 

Sin duda, esta excursión fue uno de los mejores momentos de nuestro viaje y creemos que no os lo podéis perder si tenéis la oportunidad. 

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En Perth terminó nuestro Road trip por Australia, más de 14000 kilómetros por carreteras asfaltadas y de tierra, desierto, cascadas, playas, canguros e incluso una serpiente. 

Ha sido una de las mejores experiencias de nuestra vida y solo hubiésemos deseado haber tenido aún más tiempo para saborear algunos destinos. 

La aventura aún no ha terminado y nos quedan muchos destinos por recorrer, os lo contaremos todo en nuestros próximos posts. 

Un saludo, y, como siempre, gracias por leernos.