Viajando en pareja

Mission Beach Queensland

Trabajar en una Solar Farm en Australia

Trabajar en una Solar Farm en Australia

Hola a todos!

La temporada de mangos había casi acabado, el cansancio de esta parte de trabajos regionales estaba siendo considerable y el fin de semana en Magnetic Island nos había venido de lujo, pero había llegado el momento de buscar otro trabajo para seguir sumando días.

Como os contamos en el post “88 días de trabajo en Australia”, hay sectores donde los días trabajados valen para conseguir el segundo año de visado dependiendo del visado al cual se pueda acceder. Si en la granja donde estéis se acaba la temporada del fruto o de la verdura que estáis recogiendo/empaquetando, esto significa que estáis a comienzo de verano, o sea finales de diciembre en Australia.

El trabajo empieza a ser escaso y lo más probable es que os quedéis sin trabajo cuando llegue Enero. Pero para todo hay solución y, si habéis estrechado buenas amistades en el pueblo donde estáis viviendo, con la antigua usanza del boca a boca es casi seguro que salga algo. Y efectivamente, así fue en nuestro caso.

La búsqueda de un nuevo trabajo regional

Marta, compaginando el trabajo de los mangos con el de uno de los pubs del pueblo de Ayr, el Kalamia, conoció a un ingeniero español que estaba de jefe de calidad en una obra de paneles solares en Clare, un pueblo cercano. Le dijo que si necesitaramos trabajo, que le diéramos nuestros CVs. “Pero nosotros no somos ingenieros y tampoco sabemos nada de paneles solares”, les dijimos. “No hay problema, esto es de trabajar en equipos y son trabajos sencillos, os van a enseñar todo y es de montar diferentes componentes dependiendo del team en el cual estáis”. “Pues vale, genial!”.

A los 3 días estábamos en el headquarter de la empresa que se encargó del ensamblaje para la obra (EDMS), y empezamos a trabajar enseguida. Básicamente descansamos una semana después de los mangos y estábamos de vuelta al meollo. Las preguntas que os estáis haciendo es: 

  • ¿qué es eso de los paneles solares
  • ¿a qué sector pertenece? 
  • ¿vale para el visado 417 y 462?

Todo lo tenemos escrito en el post “88 días de trabajo en Australia”, pero contestamos rapidamente tambien aqui:

  • en Australia cada vez más se está empujando a tener energía renovable, por lo que se están construyendo “solar farms”, granjas solares, donde se montan paneles solar para producir energía eléctrica que va a muchas zonas del país;
  • las solar farms pertenecen al sector de Construction (Construcción);
  • vale para el visado 417 en todo el país y, para el 462, solo en el norte del país. Todavía, cuando trabajamos nosotros en esta solar farm, a final de 2017 y comienzos de 2018, sólo valía para el visado 417, por lo que a Carlo sí valía para sumar los 88 días, y a Marta no.

Cómo es trabajar en una Solar Farm

Después de esta aclaración, volvemos a contar nuestra experiencia. Desde luego que es un mundo completamente nuevo; todos hemos visto paneles solares montados en los techos (algunos de nosotros incluso los tiene para la energía eléctrica de su casa). De todas formas, trabajar en un campo enorme montándolos, es algo bastante raro, por lo que la curiosidad por saber cómo es el proceso es mucha.

El primer paso, antes de poder firmar el contrato de trabajo de Construction es el de sacarse la White Card; es el requisito mínimo, puede que haya trabajos que requieran desempeñar unas tareas donde es necesario sacarse otras certificaciones. Cuando nosotros nos sacamos la White Card se podía hacer online, mientras que ahora el curso tiene que ser presencial.

Se tiene que hacer el curso completo, es decir, se tiene que aprobar el examen, y se tiene que pasar unas pruebas donde se hable de los procedimientos y donde se demuestre que se conozca la vestimenta obligatoria (gafas especiales, chaleco reflectante, helmet, guantes y botas con punta de metal).

¿Y una vez se tenga la white card, cuáles son tareas? Poner tornillos, colocar piezas, darle al martillo… depende del día.

Se trabaja en manga larga, pantalones largos, botas de obra, casco-sombrero, guantes, gafas… os dejamos unas fotos para que juzguéis por vosotros mismos nuestras pintas. 

Las horas en este tipo de trabajo son largas, ya que se suele empezar a las 7 de la mañana y se termina a las 5 de la tarde. Las pausas de descanso y comida están muy bien reglamentadas en este tipo de industria y se cumplen a rajatabla: pausa cada 2 horas y media o 3, y tienen que ser 2 obligatoriamente; en nuestro caso, hacíamos pausa a las 9:30 de la mañana y a la 1 y media de la tarde.

Al final del día son 9 horas y media de trabajo, y en este trabajo incluso se contabilizan horas en el rato que el bus nos llevaba de Ayr a la Solar Farm y de vuelta a casa también, es decir, otra hora y media más. Sumando todo, en realidad son 11 horas de paga al día.

Os preguntaréis cuánto se paga en la industria de la construcción. La respuesta es sencilla: muchísimo dinero. Dependiendo del puesto que se tenga, se cobra de forma distinta, si vais a ser obreros “simples” como nosotros, la paga será menor que la de un electricista. En nuestro caso, eran 20 dólares la hora netos, que se convierten en 30 al pasar las 8 horas diarias, es decir, hay horas extraordinarias todos los días por lo que os comentamos arriba. 

Además, si se trabajaba los sábados (en esta Solar Farm había siempre turno ese día), las primeras 3 horas se pagaban a 30 dólares y las otra 8 a 40 dólares la hora. Y si por cualquier razón (lluvia los días anteriores, necesidad de adelantar trabajos en la obra), se trabajaba también los domingos (no era obligación), todo el dia se pagaba a 40 dólares la hora, es decir, paga doble con respecto al horario normal entre semana. Suena a chollo, ¿verdad? Si echáis la cuenta, es mucho dinero y viene perfecto para ahorrar y viajar.

Más escapadas de días libres.

No todo fue trabajar, también hicimos hacer otras cosas mientras tanto. Un sábado nos escapamos a Mission Beach con el coche. ¡Cuatro horas! Llegamos agotados. Pero al día siguiente pasamos un día estupendo en la playa, incluso nos bañamos, que se supone que hay cocodrilos, pero sin problemas. Pensándolo después, os aconsejamos que no os bañáis, nosotros fuimos un poco inconscientes.

La playa es espectacular, larga y vacía, como la mayoría de las playas de esta zona, llena de vegetación. Y el pueblo diminuto con varios restaurantes y pubs muy pintorescos. Recomendable una visita si pasas por allí. Además, es un sitio muy famoso para hacer skydiving (paracaidismo) ya que se aterriza en la playa y podéis ver el Daintree Rainforest y la Gran Barrera de Coral desde el aire, ambos declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO. La zona en la que se encuentran, es una franja de 14 km de largo con playas blancas y clima tropical y húmedo en el bosque, bastante impresionante.

También es el hábitat natural de los Cassowarys, un ave gigantesca incapaz de volar que está entre el avestruz y el emú. Está en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat, y esta vez no es por culpa del hombre, sino por los ciclones. Hace unos años, un ciclón se llevó por delante varias hectáreas de bosque y los cassowarys comenzaron a hacer expediciones más lejanas para buscar comida, lo que provocó que murieran en accidentes de coche o atacados por otros animales. Nosotros nos hemos encontrado algunos de ellos y son bastante llamativos, grandes y erguidos, se quedan mirándote fijamente hasta que por fin deciden desaparecer.

Ya que estábamos en la carretera paramos también en Crystal Creek, unas cataratas a mitad de camino entre Ayr y Mission Beach muy populares para pasar el día y darse un baño sin riesgo de animales peligrosos. Ubicadas en un bonito bosque, tienen el agua muy clara y suelen ser regentadas por locales, por lo que no hay riesgo de que estén llenas de gente. Otro sitio también muy aconsejable.

Allí nos encontramos con un puesto de fruta que nos hizo mucha gracia, estaba toda la fruta expuesta en un pequeño “caseto” (por llamarlo de alguna manera) y no había nadie, así que si queréis algo, lo cogéis y dejáis el dinero en una pequeña hucha – caja fuerte. Creemos que esto demuestra el carácter de la zona, de confianza hacia los demás y de la dificultad de saltarse las normas. Seguramente haya gente que se vaya sin pagar, pero la mayoría son honestos y dejan su dinero.

Como las navidades se acercaban, también fue la hora de despedirnos de los amigos que hicimos en el pueblo. La temporada de farming terminó y las granjas no volvían a ponerse en marcha hasta Febrero con los primeros trabajos de mantenimiento de maquinarias previos al arranque del otoño. Lo normal, en esos casos, es que todo el mundo busca otras opciones lejos de la zona tropical que, con el año nuevo, es famosa por sus inundaciones debido a la temporada de lluvia que dura hasta mediados de marzo. 

En definitiva, sólo los que trabajan en las granjas de sandías continuarán haciéndolo en esas granjas recogiendo las 12 horas al día a pleno sol hasta primeros de enero. Por suerte, en la Solar Farm el tema de las lluvias nos iba a afectar de manera ligeramente distinta y a la vuelta de navidades pudimos regresar a trabajar en Clare con regularidad.

El refrán dice “año nuevo, vida nueva”, por lo que en el siguiente post os vamos contando nuestras novedades y, como siempre, os damos consejos sobre cómo actuar de cara a ellas.

Hasta el próximo post.

Anterior

Magnetic Island

Siguiente

Road trip en Queensland

1 comentario

  1. Carmen Sánchez Martín

    Hola!! Ya he podido leeros con calma!! Como yo estoy muy informada de vuestro periplo por Australia me alegro de que os haya dado tiempo de contarlas por aquí. Quedo a la espera de la siguiente publicación a ver si nos cuentas un poco más de los murciélagos…ajjajja Un abrazo desde lo más lejano que espero que no se pierda por el camino. Os quiero guapos!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Funciona con WordPress & Tema de Anders Norén